Lo que inició como una solución ingeniosa para aliviar el caos vial en el centro de Santa Elena, Monteverde, hoy se ha transformado en un nuevo dolor de cabeza para el orden y la imagen del cantón.

En diciembre de 2024, en pleno pico de temporada alta, la Municipalidad de Monteverde implementó una medida para mejorar el flujo vehicular en el conocido “Triángulo” del centro de Santa Elena. Colocaron alcantarillas rellenas de tierra, pintadas de amarillo y adornadas con plantas, ubicándolas en puntos críticos donde frecuentemente se estacionaban vehículos de forma indebida, entorpeciendo el paso de buses turísticos y provocando presas constantes.

Durante las primeras semanas, la acción fue bien recibida por vecinos y visitantes, ya que ayudó a ordenar el tránsito en zonas claves. Sin embargo, con el paso de los meses, la falta de mantenimiento y el irrespeto de algunos conductores terminaron por darle al centro un aspecto descuidado. Varias alcantarillas se han quebrado, la tierra se encuentra tirada en la vía, las plantas están secas y los escombros continúan ahí, sin que nadie los recoja.

Este panorama, lejos de reforzar la imagen de un destino turístico ordenado, proyecta desinterés por el embellecimiento del casco central de Monteverde. Y lo que debía ser una solución a un problema vial, ahora se suma al desorden visual que impacta tanto a residentes como a turistas.

Vecinos hacen un llamado a las autoridades locales para que se retome la iniciativa con acciones de mantenimiento, fiscalización y alternativas más sostenibles que realmente ayuden a mejorar la experiencia urbana del pueblo.

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